Querido señor Gobierno de Canarias:
Hace ya dos meses que mi papá cogió una patera para llegar a Europa, y todavía no tengo noticias suyas. Mi mamá dice que no me preocupe, que mi papá había prometido ponerse en contacto en cuanto pudiese. Pero yo ya he perdido la esperanza, y parece que, cada día que pasa mamá también. Creo que no me lo quiere contar, pero yo lo veo en sus ojos, que cada vez se vuelven más chiquitos y apagados. Mi hermanito no se da cuenta de lo que ocurre, es muy pequeño. A veces, pregunta si papá no nos quiere, y que si por eso se marchó. Yo le contesto que si no se acuerda de lo que nos dijo antes de irse; sin embargo, él se pone a inventar historias sobre monstruos de mil cabezas y fantasmas de piratas, condenados a vagar por los mares y a matar a todo aquel que ose molestarlos. Hay veces en que se pone tan serio, que yo acabo creyéndomelas; luego, por las noches, tengo pesadillas. Por eso les escribo, porque cada vez las pesadillas son más frecuentes, y se me encoge el corazón solo de pensar que se conviertan en realidad.
Al principio, no sabía con quién ponerme en contacto, pero me acordé de que el jefe de papá era europeo. Yo lo vi un día en que fui a recoger a papá al trabajo. Así que, una mañana, temprano, antes de que mamá se despertara, me escapé. Cuando llegué, su secretaria no me dejó pasar a verlo, pero yo esperé a que saliera. Se asustó cuando me vio corriendo hacia él y aceleró el paso. Menos mal que, al final, logré pararlo. El hombre tenía prisa, me dijo que, tenía que coger un avión. Entonces me derroté, no sabía qué más hacer, de repente, el señor sacó una tarjeta del bolsillo de su chaqueta elegante. Y me aseguró que él no podía hacer nada, pero que escribiera una carta a esta dirección. Luego, se fue apurado, agarrando fuertemente su maletín, hasta el coche que lo esperaba. Ni siquiera me dio tiempo de darle las gracias. Así que aquí estoy, pidiéndoles que si saben algo, por favor me lo comuniquen. Mi papá se llama Mohamed Ngome, es alto y fuerte, de ojos grandes y pelo lleno de trencitas. Es muy bueno y sabe contar chistes.
¿Por qué se fue? No sé muy bien. Sólo recuerdo que papá comenzó a trabajar mucho. ¡Hasta por las noches! Casi no le veíamos. Según mamá, era porque había que ahorrar. La mañana de su partida, nos despertó a mí y a mi hermano y nos comunicó que se iba a Europa, pero que no temiéramos, que volvería con dinero para comprarnos libros y zapatos nuevos, nos abrazo fuerte fuerte y marchó. Mi madre estuvo varios días sin hablar de de pena. Pero cuando lo hizo, lo hacía sola. Así me enteré de que papá se había ido en una patera, que debe de ser algún barco de ricos, porque mamá no paraba de decir que tuvieron que pagarle mucho dinero, según ella, a un estafador. Bueno, no puedo seguir porque no tengo más papel.Mi hermanito y yo esperamos noticias suyas, señor Gobierno de Canarias.
Dakar, 15 de noviembre de 2006
Mamadou Ngome,12 años
1 comment:
querido señor gobierno de canarias... como cuando un niño escribe a los reyes magos me encanta el texto... y como lector exigente tengo un reto que seguro viendo como escribes no tendrás problema de resolver... un texto con el título... 'una botella de agua'
-a saber con lo que nos sorprendes saludos scm
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